Un ejemplo brillante de cómo conseguir mucho con poco presupuesto mediante la utilización de uno de los 7 motivadores de la acción: el ego. Esta semana recibí este email de LinkedIn en el que me informaba de mi ascenso al Olimpo, mi pecho se infló como un zeppelin y a punto estuve de contribuir al tremendo éxito de esta acción publicitaria.
Cuando llega una nueva conversión en la web sabemos que hay que atender rápido a este lead. Lo que no sabíamos es que había que responder TAN rápido. En la imagen de arriba tienes un estudio sobre la relación que hay entre responder rápido a un lead y la conversión final a cliente (la conversión que realmente importa, vaya), es de Leads360 y me ha llegado vía Perry Marshall. Según esto, ya no se trata de responder en 24H. ¡En 24 horas el lead ha muerto!
Internet es implacable. Su indiferencia ante tus esfuerzos y buenas intenciones es hiriente. Sólo le importa una cosa.
Como tú, odio el telemarketing. No a las personas que me llaman, sino a lo mal que lo hacen. Debería estar en una lista Robinson, lo sé. Pero por motivos profesionales quiero ver si algún día pillo algún buen argumentario telefónico, a costa de tragar mucho infumables. La espera ha dado sus frutos. El de hoy lo ha bordado y casi ha colado. Sólo al colgar me he dado cuenta de lo que ha ocurrido. Aquí intento reproducir el diálogo:
Tremendo artículo de Luis Garicano, aparecido en El País, "Son las matemáticas, estúpido" y que nos recuerda una de las dos habilidades fundamentales que hay que tener para triunfar en Internet. El artículo cuenta la historia del bloguero Nate Silver que consiguió la proeza de predecir la victoria de Obama en las pasadas elecciones, acertar con el margen, y lo que es mejor, con el resultado en CADA uno de los estados. ¿Cómo lo consiguió? Simple pero nada fácil: mirando datos y haciendo cálculos estadísticos. Veamos las principales ideas del artículo y cómo nos afecta a nuestro trabajo en...